Juana y el Ratón Perez

Mi hija mayor se llama Juana.  Cuando nació la gente me preguntaba “¿Qué se siente ser mamá?” y mi respuesta era instantánea, “Es divertido”.

Así mismo, a lo largo del tiempo y a medida que ella fue creciendo, tomé la crianza de Juana como ejemplo en mis talleres con adultos.  Cada vez que hablaba de la autoestima y cómo desarrollarla decía “Mi rol como mamá es trabajar en la autoestima de mi hija” si todos los padres fueran concientes que cada respuesta que le dan a sus hijos alimenta o no su autoestima tendríamos adultos con menos problemas.

En esta diversión de ser mamá tengo muy claro la importancia de facilitar en el crecimiento de mi hija sus capacidades para relacionarse, de cuestionar, de validar sus ideas, de felicitarla por cada pequeña muestra de sus capacidades y desarrollo.

Un día, cuando Juana tenía 8 años, íbamos en el auto a la modista.  Tenía que tomarse las medidas para el vestido de su protagónico en Goldilocks and the three beer del Concert 2015.   Como siempre charlando en el auto ya me había preguntado por el Gauchito Gil.

“Mamá… ¿existe el Ratón Pérez?”

“Por qué me preguntás Juana?”

“Porque los chicos en el cole dicen que son los papás…”

“Y vos que pensas?”

“No importa lo que yo piense, quiero que vos me digas…”

“Si Juana, el ratón Perez existe.” Respondí viendo sus ojos a punto de llorar de angustia por esta verdad que se avecinaba.

Nos bajamos del auto.

“Mamá, ¿vos mentiste alguna vez?”

“Si Juana, no está bien mentir pero alguna vez en la vida lo hice.”

“Y a mi mamá… ¿me mentiste alguna vez?

… Silencio de mi parte, estaba a punto del knock out.  Por un lado moría de amor por esta conversación y la inteligencia de Juana para manejar esta conversación.

“Por ejemplo, con lo del ratón Perez ¿me mentiste?

“Juana, hagamos una cosa.  Ya estamos entrando a la modista.  Cuando salimos seguimos la conversación.”

“Mamá, ¿vos me mentiste?” ya de nuevo en el auto.

“Si Jua, el ratón Perez no existe…”

“Pero si mamá, yo creo que existe.”

“Entonces existe Jua, como el Gauchito Gil.  Alguna vez existió, la gente le guarda recuerdo y homenajes por lo tanto sigue vive en nuestro recuerdo y en la vida cotidiana.  Como el ratón Perez.”

Preguntar. Afrontar planteos difíciles. Darse tiempo para responder. Empatizar. Entender las creencias y sentimientos de los otros y validarlos. Resignificar. Saber cerrar a tiempo. Algunas de las acciones claves de una CONVERSACIÓN GENERATIVA.